martes, 3 de febrero de 2015

Año nuevo en Roma

Ha pasado un mes desde el comienzo de año, pero si estuviéramos en la antigua Roma republicana, quedaría casi un mes para celebrar ese inicio de año.

EL AÑO NO SIEMPRE EMPEZÓ EN ENERO
El calendario romano se fue modificando desde el reinado de Numa hasta la reforma de César, con muchos puntos intermedios o anteriores como el reinado de Rómulo, los reyes etruscos o diferentes momentos de la República. A grosso modo se puede decir que con anterioridad al siglo II a. C., el año civil en Roma comenzaba con el mes de marzo.

EL MES ROMANO
Se organizaba alrededor de tres momentos: calendas, nonas e idus. A su vez, estaba dividido en ciclos de ocho días señalados con las letras A, B, C, D, E, F y G y el ciclo se comenzaba con la nundina A, que era el día del mercado. Las kalendas corresponden al primer día de cada mes, que en el mes lunar equivalía al día de la luna nueva. Estaba dedicado a Juno como diosa lunar.
Los idus, en el primitivo calendario lunar, coincidían con la fecha de la luna llena. En marzo, mayo, julio y octubre se celebraban el 15. En los restantes el 13. Se consagraban a Júpiter en cuanto dios del cielo luminosos y de los resplandores celestes, al que se inmolaba una oveja blanca. La oveja, sacrificada en lo idus por el Flamen Dialis, sacerdote particular de Júpiter, recibía el nombre de ovis idulis, porque como explican Paulo y Festo, se sacrificaba en honor de Júpiter todos los idus.
La nonas se fijaban ocho días antes de los idus. Todas las fuentes están de acuerdo con Ovidio (Fastos) en que no estaban dedicadas a una divinidad en particular.

EL DÍA 1 DE ENERO
El día 1 de enero, A.KAL. IAn.F. comienza el año. Es la festividad del dios Jano, el de doble cara.
Ese día caminaban hacia el Capitolio los nuevos cónsules, fecha que se fijó a partir del año 153. a. C. Llevaba la llave y el bastón, atributos característicos de los porteros, porque “abría”el año, como antiquísimo dios de los comienzos al que Ovidio concibe como guardián supremo del mundo, traspasando sus funciones a un plano cósmico. Se repartía este día el libum ianual o pastel de trigo, llamado también “pastel de Jano”. Y la salsa mola, espelta mezclada con sal, ofrenda arcaica y característica de los sacrificios romanos.

Mes de enero (Ianuarius) en un mosaico encontrado en El Djem, Túnez

MOTIVO POR EL QUE EL AÑO SE INICIA EN INVIERNO (Ovidio, Fastos 145-164).
A la pregunta de Ovidio al dios de por qué el año no comienza con la primavera, momento en que todo florece y renace, Jano o contesta:
“El solsticio de invierno es el primer día del sol nuevo y el último del viejo: Febo (el sol) y el año inician su salida el mismo punto”. Se debe a que para los romanos, el solsticio de invierno coincidía con el 25 de diciembre. Censorino (De die natali XXI, 13, resume las diferentes opiniones relativas a la fecha inicial del año y entre ellas cita a quienes creen que se inicia “con el nuevo sol”, es decir, en el solsticio).

LOS AGUINALDOS
Los regalos con motivo del Año Nuevo tiene el nombre de strenae y su finalidad era la de proporcionar un buen augurio. Los tres regalos que menciona Ovidio a continuación son dulces, para presagiar un año “dulce”. También se solía regalar monedas con la finalidad de proporcionar un presagio de riquezas.
Ovidio pregunta nuevamente al dios: “¿Que quieren significar los dátiles, los arrugados higos y la miel que se ofrece encerrada en una nívea jarra?
Jano contesta: “Los presagios son la explicación. Se hace con el fin de que aquel sabor vaya detrás de los acontecimientos y un año dulce prosiga el camino emprendido”.
“...por qué se regalan monedas”... y el dios contesta: “Cuan poco conoces tu siglo cuando crees que la miel resulta más dulce que una moneda que se recibe”.

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