La Vall de Boí, la cuna del románico catalán
Esta zona del límite
occidental de Lleida tiene la singularidad de vivir el presente en un contexto
marcado por la historia, que ponen de manifiesto los numerosos monumentos,
iglesias y ermitas que invaden el paisaje. En casi todos los pueblos del
pequeño valle pirenaico de Boí, se conservan hermosas parroquias románicas,
todas de finales del siglo XI principios del S. XII.
Santa Maria de Coll
La Iglesia Parroquial de
Santa María de Coll puede considerarse como el monumento más reciente del
valle, pues data de principios del siglo XIII; el estilo del campanario no pasa
de ser una simple espadaña con tres ojos. La iglesia tiene una sola nave. La
bóveda de cañón descansa sobre elevadas columnas. Los arcos ciegos se prolongan
a lo largo del muro hasta la fachada. Destaca el portal con arquivoltas con
friso ajedrezado. También hay que señalar el bajorrelieve con la figura de
Cristo. Se trata de una de las más pequeñas iglesias del valle, pero es una de
las más bellas. La torre es más baja que en las otras iglesias y presenta un
interesante y sencillo pórtico con cerradura de hierro forjado.
Santa María de Cardet
Fue una iniciativa del
monasterio de Lavaix, dueño del lugar. El templo tiene una sola nave cuya cabecera
se soluciona con un ábside semicircular. Éste está decorado con arcos lombardos
y leseñas, mira hacia el valle y luce un pequeño rostro labrado en piedra
dentro del segundo arquito ciego de la banda lombarda. La pronunciada pendiente
del terreno obligó a diseñar una superposición de dos plantas, dejando a nivel
semi-subterráneo una pequeña cripta. La capilla, de planta rectangular, está
añadida al muro norte, mientras que en el muro sur ocurre lo mismo con la
sacristía. El portal es un arco rebajado y goza de un pequeño porche cubierto a
doble vertiente. La decoración interior es, fundamentalmente, de tipo barroco.
Sant Climent de Taüll
Magnífico templo de tres naves separadas por columnas, tres ábsides con arquería y esbelto campanario externo, de torre cuadrada de seis pisos, también con decoración lombarda y ventanas geminadas. Las pinturas murales del año 1123 de la cabecera, conservadas actualmente en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Catalunya) y reproducidas in situ, son uno de los mejores ejemplos del género por la fuerza expresiva, pureza de líneas y rica policromía.
Iglesia de Sant Climent de Taüll |
Santa María de Taüll
Igual de fascinante que la de Sant Climent, la iglesia de Santa María de Taüll mantiene la misma estructura, con un hermoso campanario integrado en el templo; las pinturas murales, también en el MNAC, están presididas por la Virgen con el Niño.
Sant Feliu de Barruera
Del XI o XII, está
dedicada a Sant Feliu y está precedida por una pequeña y bonita alameda que conduce
hasta un porche con cubierta de doble vertiente que protege el pórtico. El
portal se encuentra bajo un arco abovedado de medio punto con molduras. Aunque
ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, no deja de
tener fuertes atractivos: el notorio cerrojo de la puerta, rematado con una
singular cabeza de toro. El templo tiene una sola nave acabada en ábside semicircular.
En el lado sur sobresale un brazo en forma de transepto con un ábside
secundario sin decoración exterior. En el muro norte hay dos capillas de planta
cuadrada y cubierta de vuelta de cañón. La decoración exterior, arcuaciones
lombardas. Adosado al muro sudoeste, se alza un campanario de planta cuadrada y
cuatro pisos. En las dos plantas superiores, se abren ventanas de arco de medio
punto, delimitadas a su vez por una cornisa.
Santa Eulàlia d’Erill la Vall
Del siglo XII, tiene una
estructura muy alargada, de una sola nave, con un ábside semicircular y absidiolo
formando crucero. El pórtico aparece con arcadas sobre columnas. Dispone de un
magnífico campanario de torre, de seis pisos de tipo lombardo, con ventanas
geminadas. De aquí proviene el famoso grupo escultórico del Descendimiento,
conservado hoy en parte en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) y en
parte en el Museo Episcopal de Vic.
Nativitat de la Mare
de Dèu
La Iglesia Parroquial de la Natividad de
la Mare de Dèu data del siglo XII, aunque se aprecian las modificaciones
posteriores. Entre las últimas reformas destaca la desaparición de los dos
ábsides románicos o la capilla lateral realizada a expensas del porche. La
puerta principal, cubierta, está en un lateral y se enmarca bajo varias
arquivoltas que apoyan en columnas con capiteles labrados y un friso ajedrezado
presidido por un crismón. La decoración interior posee caracteres barrocos.
Sant Quirc de Durro
Un poco más hacia arriba,
pero sin abandonar Durro, se encuentra la ermita de Sant Quirc. A ella se llega
por una pista que parte desde el pueblo y merece la pena acercarse sólo por ser
un excelente mirador de cara al valle. La ermita consta de una pequeña nave
cubierta con bóveda de cañón, ábside semicircular y una espadaña de dos arcos.
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