La Grandeza de España es la dignidad
máxima de la nobleza española, inmediatamente después de la de Infante de
España, que es la que corresponde a los hijos del Rey y a los hijos de los
Príncipes de Asturias.
Los Grandes de España son considerados
como los sucesores de los antiguos Ricos hombres de los reinos de Castilla y de
León así como de las Coronas de Aragón y de Navarra, y es, en sí misma, la más
elevada dignidad nobiliaria que existe en España y en Europa, tras los miembros
de las casas reales, sus honores y privilegios los anteponían a los Príncipes
Mediatizados del Imperio, a los Pares de Francia y los del Reino Unido (peers).
Aunque desde el advenimiento de la
dinastía Trastámara en 1369 se venía llamando “Grandes” a los más poderosos jefes
de las grandes familias feudales castellanas y a las ricas casas fundadas por
los segundones de la estirpe real, el origen de la Grandeza de España, tal y
como hoy la conocemos, se sitúa en el reinado de Carlos I.
En 1520, tras su coronación como Emperador
del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V, hizo una
diferenciación definitiva entre los simples Títulos (los poseedores de un
título de nobleza) y los Grandes (merced que concedía el soberano y acompañaba
al título nobiliario), otorgando el tratamiento de primo a los grandes de
España y el de pariente al resto de títulos, junto con el derecho de “cobertura”,
es decir el derecho a permanecer con la cabeza cubierta en presencia del rey
(de ahí la tradicional fórmula de concesión de la dignidad: ¡Cubríos!), entre
sus prerrogativas también se encontraba el poder sentarse en presencia de los
reyes o no poder ser detenidos salvo por expresa orden del Rey.
En ésta primera distinción de 1520 fueron
reconocidos como Grandes 25 poseedores de los más antiguos y principales
títulos nobiliarios españoles de aquella época y que son:
Duque de Alba
Duque de Alburquerque
Duque de Arcos
Duque de Béjar
Duque de Cardona
Duque de Frías
Duque de Gandia
Duque del Infantado
Duque de Medina-Sidonia
Duque de Medinaceli
Duque de Nájera
Duque de Segorbe
Duque de Villahermosa
Marqués de Aguilar de Campoo
Marqués de Astorga
Marqués de Denia, subrogada en la del Duque
de Lerma
Marqués de Priego
Marqués de Villena y Duque de Escalona
Conde-Duque de Benavente
Conde de Cabra
Conde de Lemos
Conde de Lerín, se incorporó después a la
Casa ducal de Alba
Conde de Melgar, subrogada en la del Duque
de Medina de Ríoseco
Conde de Miranda del Castañar, subrogada
en la del Duque de Peñaranda de Duero
Conde de Ureña, subrogada en la del Duque
de Osuna.
Adornos de escudo en España |
Todos los tratadistas coinciden en que no
existía precedencia alguna entre estos primeros “Grandes”, ya que el protocolo
los situaba en el orden en que iban llegando. Estos veinticinco títulos y
algunos más, cuya grandeza fue también reconocida en el transcurso del reinado
del propio Carlos y en el de su hijo Felipe II, son los que serían conocidos
como Grandes de Primera Clase, cerca de 40 a finales del siglo XVI. Ni que
decir tiene que, salvo raras excepciones, como el caso de los descendientes de
Colón (Duques de Veragua, concedido en 1537), estos ilustres personajes
representaban a los más poderosos clanes nobiliarios medievales españoles y
acumulaban un enorme poder territorial y económico.
En el siglo XVII varios títulos más
fueron recibiendo el alto honor que representaba la Grandeza tales como el
Conde-Duque de Olivares o el Conde de Oñate.
Con el advenimiento de los Borbones al
trono español, se otorgó la Grandeza de España a varios Pares de Francia que
ayudaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión, desde entonces los monarcas
españoles han continuado concediendo, con mesura, esta alta distinción a
destacadas personalidades de la nobleza y de la vida pública nacional, como por
ejemplo la concedida por Juan Carlos I al que fuera presidente del gobierno
durante la transición a la democracia, Adolfo Suárez junto con el título de
Duque .
En el siglo XIX dejó de hacerse
diferenciación entre los Grandes de Primera Clase y el resto de los poseedores
de esta dignidad, siendo también en ese siglo en el que más aumentó el número
de Grandes concediéndose esta elevada dignidad a diversas personalidades
políticas y militares.
No obstante se sigue considerando a los
célebres 25 primeros, a quienes también se conoce como “Grandes de Inmemorial”,
como la cabeza del estamento nobiliario español y aunque sus prerrogativas
honoríficas sean hoy en día las mismas que las del resto de los grandes, su
estimación como representantes de los más grandes y poderosos linajes de la
España bajo medieval continúa intacta.
El título de Grande de España, como el
resto de títulos nobiliarios, estuvo legalmente abolido durante la Segunda
República Española mediante el Artículo 25 de la Constitución de 1931.
La legislación nobiliaria se restauró en
1947 con la promulgación de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, en la
que según su artículo 1, España se declara constituida en reino y en su
artículo 2 establece: “La jefatura del estado le corresponde al Caudillo de
España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos Don Francisco Franco
Bahamonde”, desde entonces Francisco Franco se arrogó el derecho de reconocer y
conceder títulos nobiliarios.
La Constitución Española de 1978, en su
artículo 62, reconoce al Rey el Derecho de Gracia, al amparo del cual se
desarrolla la vigente legislación española en materia de títulos nobiliarios.
Aunque la dignidad de grande se asocia
tradicionalmente a los duques, puede acompañar a los títulos de marqués, conde,
vizconde, barón y señor, incluso en algunas ocasiones puede poseerse esta dignidad
por sí misma, es decir sin estar adscrita a un determinado título nobiliario.
Los Grandes de España, sus consortes y
sus hijos primogénitos tienen tratamiento de Excelentísimos Señores; los hijos
no primogénitos de los “Grandes” reciben el tratamiento de Ilustrísimos Señores.
En la actualidad cerca de 400 títulos
nobiliarios ostentan la Grandeza de España, aunque el número de “Grandes” es
menor, ya que varias Grandezas de España están en posesión de un mismo individuo
(i. e. los Duques de Alba, los Duques de Osuna o los de Medinaceli, entre
otros, poseen varios títulos con Grandeza).