El 15 de
Septiembre de 1916, en la larga y sangrienta batalla del Somme, durante la
Primera Guerra Mundial iba a aparecer una nueva arma.
Durante la
llamada batalla de Flers-Courcelette, los aliados intentan romper el frente alemán,
así, once divisiones británicas (nueve del 4 º Ejército y dos formadas por
soldados canadienses) junta a cuatro destacamentos franceses, que se unirían
algo después, aparece una nueva arma secreta británica, el carro de combate
modelo Mark I (también llamado con el nombre clave de tanque, para confundir al
enemigo). Eran tractores con ruedas de oruga, blindados y armados hasta los
dientes. Esas "fortalezas" son los que abrirán el ataque delante de
la Infantería.
Son
vehículos muy lentos (3,2 km/h) y armados con dos cañones, parecidos a los de
la artillería convencional. Más que capacidad ofensiva, lo que hacen es
protegerse contra las ametralladoras alemanas y moverse en un espacio lleno de
trincheras, alambradas de espino y cráteres de impacto. Capacidad, en definitiva,
para encabezar el asalto a las líneas enemigas mientras la infantería se
protegía detrás de él.
Pero no eran
tan fiables como podría parecer, porque eran vulnerables a la artillería
pesada, sufrían fallos mecánicos y quedaban atascados en los agujeros más
grandes. De hecho, sólo 21 de los 49 tanques disponibles el 15 de septiembre de
1916 llegaron a entrar en combate, y la decisión de usarlos le valió no pocas
críticas a Douglas Haig, a quien se acusó de mostrar el arma secreta demasiado
pronto, ya que su rendimiento no estaba totalmente desarrollado.
A pesar de
todo, el impacto (tanto psicológico como real) sobre las tropas alemanas y el
curso de la guerra fue importante. Así 41ª División, apoyada por el tanque
D-17, capturó el pueblo de Flers. Por la izquierda, los canadienses tomaron
Courcelette en un combate donde también hubieron tanques. Y finalmente,
favorecieron la captura del alto de Bazentin, no pudieron llegar por que no
podían pasar entre los árboles, pero hicieron que los alemanes se retirasen por
miedo a quedar encerrados.
Aunque estos
comienzos de los carros de combate, no parecían demasiado prometedores, en
Cambrai, a finales de 1917, demostrarían que el futuro de la guerra pasaba por
el carro de combate. Luego vendrán las nuevas teorías, la Blitzkrieg, el
perfeccionamiento continuo del arma..., hasta hoy que sigue siendo importante.
Carro de combate británico Mark I Macho en la batalla del Somme, 25 de Septiembre de 1916 |
El origen
En 1914, el
oficial británico Ernest Dunlop Swinton, un corresponsal de guerra, vio los
tractores oruga Holt, que se usaban para arrastrar piezas de artillería, y a
los que se les añadió tracción a oruga para poder arrastrar mejor esos grandes
cañones.
Swinton vio
que ese tractor podría acorazarse y convertirlo en un vehículo de combate,
añadiéndole armas. Sería a prueba de balas, podría avanzar por terrenos
desiguales, superar obstáculos..., ser un "crucero terrestre".
Junto a
otros oficiales desarrolló la idea, pero el alto mando no le hizo caso, hasta
que en 1915, Wiston Churchill, primer Lord del Almirantazgo vio el proyecto; él
que buscaba cosas nuevas, le gustó y decidió apoyarlo.
El
Departamento de Construcción Naval fue el encargado de desarrollar el proyecto.
Se presentaron dos prototipos, uno con ruedas de goma y otro con tracción de
orugas (o cadenas). El primero fue desechado, y se eligió el segundo,
manteniendo el espíritu de la idea original de Swinton. El Ministerio de Guerra
decidió unirse al proyecto, proponiendo las características que debía tener: que
superara obstáculos y zanjas de metro y medio de altura o profundidad, subir y
bajar pendientes de 45 grados, tener una buena autonomía, no pesar más de 15
toneladas y tener espacio para 10 hombres, con 4 ametralladoras y dos cañones. A comienzos de 1916 aparecieron los primeros prototipos.
Se quiso
mantener el proyecto en secreto. Así se limitó el acceso a lugar de
entrenamiento, las piezas eran fabricadas por distintas empresas. Las chapas se
solicitaban diciendo que era para construir tanques de transporte de agua, con
lo que con ese nombre clave se quedó “tanques de agua para Mesopotamia”, con lo
que se terminó conociendo también ese término informal de tanque.
Y como se ha
dicho al principio, el 15 de septiembre de 1916 entraban en combate durante la
batalla del Somme.
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