lunes, 29 de agosto de 2016

El Caballero Medieval

El caballero medieval era un guerrero a caballo de la Europa medieval que servía al rey o a otro señor feudal como contrapartida habitual por la tenencia de una parcela de tierra, aunque también por dinero o como tropa mercenaria. El caballero era por lo general un hombre de noble cuna que, habiendo servido como paje y escudero, era luego ceremonialmente ascendido por sus superiores al rango de caballero. Durante la ceremonia el aspirante solía prestar juramento de ser valiente, leal y cortés, así como proteger a los indefensos.

Ideales
- Valor: Los caballeros deben soportar sacrificios personales para servir los ideales y a las personas necesitadas. Esto implica el elegir mantener verdad a toda costa. El valor no significa ser estúpido arrogante, sino tener voluntad de hacer lo correcto. Estos personajes tenían un gran valor, capaces de pelear con gran coraje contra seres superiores que mantenían a las personas de los pueblos aterrorizados.
- Defensa: Los caballeros juraban cuando eran ascendidos, defender a sus señores y señoras, a sus familias, a su nación, a las viudas y a los huérfanos, y a la Iglesia.
- Fe: Los caballeros que tenían una fuerte fe en Dios les permitía llevar a cabo toda una vida de sacrificios y tentaciones, dándoles raíces y esperanza fuertes contra los malvados del mundo. Siempre antes de una batalla, el caballero, se encomendaba a Dios y sabía que de Él dependía la suerte del éxito.
- Humildad: los caballeros humildes eran los primeros en decir que el logro que había conseguido era gracias a los otros, dejando a otros que se feliciten por sus propios hechos y estos los ofrece a Dios. Esta es una de las características más sobresalientes de un caballero. El Cid siempre atribuía el éxito de las batallas al coraje de sus soldados y repartía proporcionalmente las riquezas ganadas.
- Justicia: Para los caballeros era muy importante buscar la verdad sobre todo, los caballeros no buscaban su beneficio personal. Los caballeros buscaban la justicia sin dejarse llevar por la pasión, dando el honor al contrario de defenderse, aunque esta justicia por misericordia pudiera traer pena, sin embargo.
- Generosidad: La generosidad era una característica de un caballero. Para contradecir la debilidad de la avaricia, los caballeros eran tan abundantes como sus recursos permitirían.
- Templanza: El caballero debía estar acostumbrado a comer y beber con moderación. Además el caballero debe ser moderado con sus riquezas, esto no significaba abstenerse de ellas sino, no utilizarlas vanamente. Sin templanza no se podía mantener el honor de la caballería. El caballero debía contenerse de sus apetitos sexuales.
- Lealtad: Los buenos caballeros juraban defender fervientemente sus ideales, a la Iglesia y a sus señores, ellos darían su vida por defenderlos.
- Nobleza: La nobleza es el principio de la cortesía. Y los caballeros debían así ser corteses, honrados, estimables, generosos e ilustres equitativos con todos. Un caballero es por siempre un ejemplo a seguir.

Carpaccio - Joven caballero

Mandamientos
Los caballeros también poseían mandamientos inquebrantables:
- Creer en todo lo que la iglesia enseña y observar todos sus mandamientos.
- Proteger a la iglesia.
- Tener respeto por el débil y defenderlo.
- Amar el país en que se nace
- No retroceder ante el enemigo
- Hacer al infiel una guerra sin cuartel.
- Cumplir con los deberes feudales si no se contradice la ley de Dios.
- No mentir y ser fiel a su palabra.
- Ser generoso.
- Mantener el bien frente a la injusticia y el mal.

Épocas de la Caballería
- Heroica: Esta fue la época de máxima expresión, la cristiandad era el fin y objeto del hombre. Se produjo en los siglos XII y principios del XIII. La caballería se caracterizaba por ser viril, austera y conquistadora.
- Galante: Se produjo en los siglos a fines del XIII. Comienza a declinar la caballería. En esta época se registran poemas, juglares y relatos sobre la caballería. El caballero cambia la guerra por las pasiones amorosas con las mujeres.
- Decadencia: Las guerras santas pierden el sentido y la paz los hace sedentarios y se dedican al ocio. Pero principalmente el espíritu religioso ya no poseía su alma. La obra de “Don Quijote de la Mancha” es un importante ejemplo, que demuestra la decadencia de la caballería. Era tal la decadencia que hasta se burlaban de ellos.