El caballero medieval era un guerrero a
caballo de la Europa medieval que servía al rey o a otro señor feudal como
contrapartida habitual por la tenencia de una parcela de tierra, aunque también
por dinero o como tropa mercenaria. El caballero era por lo general un hombre
de noble cuna que, habiendo servido como paje y escudero, era luego
ceremonialmente ascendido por sus superiores al rango de caballero. Durante la
ceremonia el aspirante solía prestar juramento de ser valiente, leal y cortés,
así como proteger a los indefensos.
Ideales
- Valor: Los caballeros deben soportar
sacrificios personales para servir los ideales y a las personas necesitadas.
Esto implica el elegir mantener verdad a toda costa. El valor no significa ser
estúpido arrogante, sino tener voluntad de hacer lo correcto. Estos personajes
tenían un gran valor, capaces de pelear con gran coraje contra seres superiores
que mantenían a las personas de los pueblos aterrorizados.
- Defensa: Los caballeros juraban cuando
eran ascendidos, defender a sus señores y señoras, a sus familias, a su nación,
a las viudas y a los huérfanos, y a la Iglesia.
- Fe: Los caballeros que tenían una
fuerte fe en Dios les permitía llevar a cabo toda una vida de sacrificios y
tentaciones, dándoles raíces y esperanza fuertes contra los malvados del mundo.
Siempre antes de una batalla, el caballero, se encomendaba a Dios y sabía que
de Él dependía la suerte del éxito.
- Humildad: los caballeros humildes eran
los primeros en decir que el logro que había conseguido era gracias a los otros,
dejando a otros que se feliciten por sus propios hechos y estos los ofrece a
Dios. Esta es una de las características más sobresalientes de un caballero. El
Cid siempre atribuía el éxito de las batallas al coraje de sus soldados y
repartía proporcionalmente las riquezas ganadas.
- Justicia: Para los caballeros era muy
importante buscar la verdad sobre todo, los caballeros no buscaban su beneficio
personal. Los caballeros buscaban la justicia sin dejarse llevar por la pasión,
dando el honor al contrario de defenderse, aunque esta justicia por
misericordia pudiera traer pena, sin embargo.
- Generosidad: La generosidad era una característica
de un caballero. Para contradecir la debilidad de la avaricia, los caballeros
eran tan abundantes como sus recursos permitirían.
- Templanza: El caballero debía estar acostumbrado a
comer y beber con moderación. Además el caballero debe ser moderado con sus
riquezas, esto no significaba abstenerse de ellas sino, no utilizarlas vanamente.
Sin templanza no se podía mantener el honor de la caballería. El caballero
debía contenerse de sus apetitos sexuales.
- Lealtad: Los buenos caballeros juraban defender
fervientemente sus ideales, a la Iglesia y a sus señores, ellos darían su vida por
defenderlos.
- Nobleza: La nobleza es el principio de
la cortesía. Y los caballeros debían así ser corteses, honrados, estimables,
generosos e ilustres equitativos con todos. Un caballero es por siempre un
ejemplo a seguir.
Carpaccio - Joven caballero |
Mandamientos
Los caballeros también poseían
mandamientos inquebrantables:
- Creer en todo lo que la iglesia enseña y observar
todos sus mandamientos.
- Proteger a la iglesia.
- Tener respeto por el débil y defenderlo.
- Amar el país en que se nace
- No retroceder ante el enemigo
- Hacer al infiel una guerra sin cuartel.
- Cumplir con los deberes feudales si no se contradice
la ley de Dios.
- No mentir y ser fiel a su palabra.
- Ser generoso.
- Mantener el bien frente a la
injusticia y el mal.
Épocas de la Caballería
- Heroica: Esta fue la época de máxima
expresión, la cristiandad era el fin y objeto del hombre. Se produjo en los
siglos XII y principios del XIII. La caballería se caracterizaba por ser viril,
austera y conquistadora.
- Galante: Se produjo en los siglos a
fines del XIII. Comienza a declinar la caballería. En esta época se registran
poemas, juglares y relatos sobre la caballería. El caballero cambia la guerra
por las pasiones amorosas con las mujeres.
- Decadencia: Las guerras
santas pierden el sentido y la paz los hace sedentarios y se dedican al ocio. Pero principalmente el espíritu religioso ya no poseía su alma. La obra de “Don Quijote de
la Mancha” es un importante ejemplo, que demuestra la decadencia de la
caballería. Era tal la decadencia que hasta se burlaban de ellos.